La maternidad y el postparto pueden ser momentos maravillosos, llenos de aprendizaje, de intensidad y de enamoramiento absoluto. 

Pero también es necesario visibilizar y conocer los grandes cambios que se producen, no sólo a nivel físico, sino también psicológico y emocional en la mujer, en la pareja y en la familia en general. 

A menudo, asumir todos estos cambios, los altos niveles de demanda que conlleva la maternidad, colocarnos y reconocernos en ese nueva identidad que se gesta y nace con nuestro pequeño bebé, puede llegar a provocar momentos de mucho sufrimiento y malestar si el contexto y el sostén de esa familia no son los adecuados. 

En esos casos, la psicología perinatal puede ser el acompañamiento que la mujer, el bebé o la familia necesitan para volver a su centro y al bienestar emocional.

Por desgracia, en ocasiones, tras dar a luz, pueden aparecer en la mujer los siguientes trastornos psicológicos:

• Ansiedad
• Tristeza
• Desconexión 
• Dificultad con la lactancia
• Inseguridades
• Depresión postparto
• Trastorno de pánico postparto 
• Trastorno obsesivo-compulsivo postparto
• Trastorno por estrés postraumático
• Trastorno de psicosis postparto
• Experiencias traumáticas

Los estados de ánimo y sentimientos que pueden experimentar las mujeres tras el parto pueden ser muy diversos: miedo, culpa, falta de interés por el bebé, falta de decisión, falta de apetito, insomnio, agresividad, nerviosismo, ataques de pánico, pensamientos extraños, palpitaciones, hiperventilación, obsesiones, delirios, hiperactividad, hipervigilancia, irritabilidad, etc.

Esto puede generar graves consecuencias tanto en la salud mental de la madre como en el desarrollo del bebé, además de tener un impacto muy negativo sobre la pareja. 

Por suerte todos estos síntomas se pueden tratar y mejorar con la intervención psicológica adecuada.